Comunicado Aprus Hospital del Salvador (HDS)

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Estimada Comunidad del HDS:

Nuestro hospital hace algún tiempo se ha venido enfrentando a grandes desafíos. El estallido social, la pandemia de Covid, cambios políticos y organizacionales, denuncias de maltrato laboral, cambios en el presupuesto, entre varios más. Todos estos desafíos los hemos enfrentado estoicamente, con valentía, y con la vocación que como funcionarios públicos nos caracteriza.

Lo hemos logrado…. Pudimos superar la fase más aguda de la pandemia sin pacientes muertos ni contagiados, sin brotes en atención cerrada, sin abandonar a nuestros pacientes de atención abierta, generando protocolos y normas en dispositivos, realizando cambios de infraestructura, capacitando nuevos funcionarios, modificando salas y creando nuevas unidades.

Finalmente, los presagios se cumplieron y efectivamente se generó la pandemia de salud mental. La pandemia ha deteriorado la salud mental de la población, y lo hemos evidenciado con: un aumento en la demanda de camas, aumento en la severidad de las patologías como también pena y desesperanza de los usuarios hospitalizados por la distancia de sus familiares debido a las restricciones pandémicas. Por estos motivos, debemos hacer frente a esta nueva pandemia, y nosotros somos el establecimiento de referencia en salud mental para la región.

Siempre nos hemos sentido los olvidados de la salud: nuestro hospital no tiene proyectos de renovación, no hay dineros para reforma, vivimos con constante brechas de recursos humanos y con un constante miedo de que nos cierren, ya que los planes de salud mental no nos consideran.

En este contexto descrito, se nos informa que todos los avances y logros que hemos obtenido están en riesgo: nuestros funcionarios de todos los estamentos, en calidad de honorarios, NO serán renovados. Esto significa en la práctica:

  • Tener que habilitar unidades sin cuarentena, generando riesgo de brotes por Covid.
  • Disminuir los funcionarios técnicos y profesionales por unidad, afectado gravemente  la calidad de la atención y poniendo en riesgo a los usuarios y a quienes le rodean.
  • Cerrar unidades que han sido muy valoradas por la comunidad, como la nueva unidad de Hospitalización Domiciliaria, que  respondía directamente al modelo comunitario de psiquiatría y quedarían 12 usuarios y sus familias sin atención multidisciplinaria de psiquiatría.
  • Poner en riesgo la seguridad de nuestros funcionarios.
  • Dejar sin trabajo a personas valiosas en lo humano y en lo profesional.

Como comunidad nos hemos unido para defender la continuidad de nuestros/as compañeros/as en calidad de honorarios, ya que la pandemia Covid aún no termina, la pandemia de salud mental continuará y porque creemos que esta medida de reducción de personal es aberrante en un contexto sanitario tan crítico y que solo afecta aún más las brechas importantes de recurso humano en salud mental y que dañan crónicamente a la población más vulnerable  y de estratos socioecómico más bajos de nuestro país.

Exigimos que se les renueve contrato a todo/as  las/los funcionarios a honorarios y que se valore nuestro establecimiento como lo que realmente es: una institución  que presta servicios de atención y rehabilitación psiquiátrica a población infanto-juvenil y adulta de especialidad y de excelencia, que además es reconocida por la comunidad  y por usuario/as y familiares.

Somos un pilar  y referente de salud mental en la región y que propicia la integración e inclusión de los usuarios en la comunidad. Por todo esto, esperamos el reconocimiento que nos merecemos de parte de las autoridades de salud de nuestro país.